El lanzamiento de jabalina es una prueba de atletismo en la que, como su nombre indica, se lanza una jabalina, hecha con material reglamentario de metal o fibra de vidrio, con el objetivo de que llegue lo más lejos posible.
El lanzamiento de jabalina forma parte del programa de atletismo de los Juegos Olímpicos de la era moderna desde 1908.
¿En qué consiste el lanzamiento de jabalina?
El lanzamiento de jabalina pertenece al grupo de los deportes de fuerza rápida. Es una de las técnicas más complejas del atletismo y la manifestación más alta de la fuerza explosiva. Su técnica es la aceleración de los segmentos grandes y dictales y la desacelerelación de los mismos para trasmitirla por medio del brazo, a la jabalina.
Se realiza desde un pasillo de lanzamiento que mide 4 metros de ancho y tiene una longitud nunca inferior a 33,50 metros. Donde las condiciones lo permitan, la longitud mínima debe ser de 36,50 metros.
Está señalado con dos líneas blancas paralelas de 50 milímetros de anchura, separadas 4 metros una de otra. El lanzamiento se efectúa desde detrás de un arco (límite frontal de la pista de carrera) de 8 metros de radio como máximo. El arco es una línea curva de color blanco, de madera o metal, o pintada sobre el terreno.
La zona de caída del artefacto, como se la conoce, cuenta con un ángulo de 29º, una longitud de 100 metros y debe ser de ceniza, de hierba o de otro material en el que la jabalina deje huella.
El lanzamiento lo es todo en la jabalina. Se trata de interiorizar una postura inicial de partida, de hacer una buena carrera portando la jabalina. De ahí se transfiere la velocidad de carrera en los últimos pasos al gesto de lanzar y hacerlo con una liberación de tensión optimizada. Esto se debe hacer, jugando con el equilibrio de la jabalina y soltándola al aire en un ángulo muy preciso.
La jabalina debe agarrarse por la encordadura y lanzarse por encima del hombro. Para que el lanzamiento sea válido, la jabalina no puede tocar ninguna parte del cuerpo del atleta ni tampoco puede lanzarse en rotación. Tiene que tirarse recta y la punta metálica de acero debe ser lo primero que toque el suelo.
La prueba a través de los tiempos
El lanzamiento de jabalina ya era para los griegos en el siglo V a. C. una de las competiciones deportivas más importantes. Sus principales atletas procedían de los Peltastas, una infantería ligera especializada en escaramuzas que portaba un escudo de mimbre y varias jabalinas.
Con los romanos el lanzamiento de jabalina se fue extendiendo por otros países del Mediterráneo y desde allí se expandió por todo el planeta.
Fue en 1908, cuando se celebró una de las primeras olimpiadas modernas, se recuperó la jabalina griega clásica, que estaba elaborada de madera o bambú y tenía un lazo de cuero en su centro de gravedad que funcionaba como un propulsor que aportaba fuerza y precisión.
En 1986 se modificó profundamente el diseño de la jabalina, adelantando su centro de gravedad para facilitar que se clavaran en el suelo.
Las reglas de este deporte surgieron de forma natural entre quienes lo practicaban, hasta que comenzó a regularse por federaciones.
Actualmente los torneos y competiciones están totalmente regulados por la Federación Internacional de Atletismo (IAAF).
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