Un sano equilibrio entre la comida y el ejercicio

Ya se acerca la temporada de fiestas. Empezamos con los dulces de Halloween, los tamales y el pan de Todos Santos, y después todos los festejos de diciembre. Tenemos que estar alertas y tener un adecuado balance entre la comida y el ejercicio físico en general, no solo ejercitar nuestras mandíbulas. Es por eso que te queremos dar una serie de consejos para que exista un sano equilibrio entre la comida y el ejercicio.

El equilibrio entre la comida y el ejercicio

Es verdad que no podemos privarnos de uno de los placeres de la vida que es comer. Se nos antojan las delicias que nos ofrecen en esta fechas… Pero tampoco nos podemos perder en ellas. Hay que tener un sano equilibrio entre las comida y el ejercicio. A continuación te damos algunos tips para que lo hagas de la mejor manera.

Como atletas, acostumbrarnos a comer de forma adecuada y equilibrada y a saber encontrar la fórmula que nos resuelva la ecuación que nos ayude a mejorar en nuestro rendimiento deportivo.  Según como combinamos la alimentación, es importante. Saber qué comer y cuándo hacerlo, marcan la diferencia para que el ejercicio y los entrenamientos que hagamos antes o después de una ingesta sean realmente útiles. Qué comemos y cuánto comemos importa y nos afecta, y debemos ajustarlo a nuestro nivel de entrenamiento y su nivel de intensidad.

Como decíamos arriba, es bueno tomar algo antes de realizar ejercicio, pero no exagere ya que si come mucho, el organismo necesitará emplear una parte de su energía para realizar la digestión.

Puedes comer, probar de todo pero no darse atracones. Estos no son buenos para nadie y mucho menos para los atletas. Todos tenemos un límite personal. La mejor recomendación es escuchar a tu cuerpo. Para cuando dice que ya no.

Asiste a las fiestas y diviértete. Pero come poco. Un consejo excelente, es ingerir un vaso grande con agua natural, antes de cualquier comida. Esto disminuirá el apetito y evitará que comas lo que después te va a pesar.

Nuestra recomendación es que todo se puede hacer logrando el balance. Si eres de los que a diario haces ejercicio, seguramente tienes la medida de la práctica que debes programar después de excederte con los alimentos.

A menos que tengas una circunstancia especial, como una competencia, no te prives y date tus gustos. Pero no te olvides de mantener el equilibrio entre la comida y el ejercicio.